viernes, 8 de julio de 2011

Carta a una entrenadora


Eva María Jiménez:

¿Por qué he decidido escribirte esto? Porque sé que si te lo intento decir se me formará un nudo en la garganta que me impedirá articular palabra.

Para mí, Eva es algo mas que una entrenadora ya que he pasado gran parte de mi vida a su lado. Trece años han pasado ya.

Aún recuerdo mi primer día con gran ilusión, cuando escuela y competición aun no estaban separadas. Recuerdo que llegué a mi casa y con una gran sonrisa les mostré a mis padres todo lo que había hecho. Desde ese momento me di cuenta de que estaba enamorada de la gimnasia rítmica.

Tengo momentos borrosos en mi mente, pero tengo grabado con todo detalle mi primera competición. Apenas tenia 8 años, una competición en la que salimos en primera posición, en la que pisamos ese tapiz azul que tantos buenos y malos momentos se lleva.

He decidido contarte todo esto ya que después de trece años nosotras nos retiramos. A todas nos duele,lo sé porque siempre hablamos de este tema entre nosotras y podemos pasarnos tres días llorando.

Quiero darte las gracias, porque me has enseñado a luchar, a esforzarme, a saber lo que es realmente un equipo. Los entrenamientos son una liberación en mi día a día. El año pasado nos hiciste muchísima falta, todo fue un caos y quieras que no echábamos de menos tus gritos. Todas te queremos muchísimo y lo sabes, pero también tenemos miedo por si sale mal a verte enfadada. Sabemos que lo haces por nuestro bien.

Se que nunca fui una gimnastas perfecta, nunca he tenido mucha flexibilidad, pero siempre has contado conmigo para los equipos y eso hacía que me sintiera grande.

Pero todo esto se acaba, y mi final ha llegado. Con lagrimas en los ojos y un gran dolor me despido de la gimnasia. Aunque se que solo será un hasta pronto.

Te quiere mucho, esa Elenita que se hizo mayor a tu lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario